Con políticas estratégicas, año con año la BUAP vive la ampliación de su matrícula.

Academia

Gracias a los cambios en las políticas institucionales, en sólo tres años la matrícula de la BUAP creció en 35 por ciento

BUAP. 13 de septiembre de 2016.- Gracias a los esfuerzos institucionales que la BUAP ha realizado a favor de la ampliación de la matrícula, una de las estrategias de la administración del Rector Alfonso Esparza Ortiz, en los últimos tres años el número de estudiantes en la Institución se incrementó en casi 35 por ciento: es decir, de 17 mil 904 estudiantes inscritos en 2013, la cifra aumentó a 24 mil 155, en el Proceso de Admisión 2016.

En este periodo se observa un crecimiento en el número de aspirantes, cifra de aceptados y de estudiantes inscritos, datos que revelan el éxito de las políticas institucionales impulsadas por el Rector Alfonso Esparza Ortiz, quien para ello encabezó transformaciones en el esquema de admisión y administración estudiantil, creó nuevos planes de estudios e innovadoras modalidades de enseñanza, así como el desarrollo de campus regionales y temáticos en el interior del estado.

En el Proceso de Admisión 2016 se aceptó a cerca de la mitad de los aspirantes: de los 57 mil 39 registrados, un total de 24 mil 155 alumnos formalizaron su ingreso, es decir, el 42 por ciento de la demanda. Esta cifra refleja un crecimiento exponencial en la matrícula de nuevo ingreso, con respecto al proceso de admisión del año anterior.

De esta forma se atiende uno de los compromisos asumidos por el Rector desde el inicio de su gestión: el aseguramiento de la cobertura, plasmado en el Plan de Desarrollo Institucional (PDI) 2013-2017, a modo de una exigencia social que implica generar condiciones para ampliar la matrícula. En ese sentido, en la BUAP se mejoraron las políticas y procedimientos que regulan la admisión.

Dichas acciones implicaron que tan sólo en el último año se generaran más de 4 mil lugares: de un total de 20 mil 287 estudiantes inscritos, se pasó a una matrícula de 24 mil 155, de la cual, 145 alumnos corresponden a la primera generación de la Unidad Regional San José Chiapa, en la que se ofertan tres planes académicos de reciente creación; y 60 corresponden al también recién instaurado campus de Izúcar de Matamoros.

Cabe señalar que de los 24 mil 155 estudiantes de la generación 2016, aproximadamente 3 mil 100 ingresarán a la BUAP en enero próximo. De la cifra total, 2 mil 631 universitarios corresponden a las unidades regionales, y mil 133 a las modalidades alternas (a distancia y semiescolarizado).

Probado el éxito de la actualización de la normativa universitaria orientada a la ampliación de la matrícula

A pesar de que acciones como la creación de nuevos programas académicos, la regionalización y la promoción de modalidades alternas son un cúmulo de estrategias que han incidido favorablemente en el incremento de la matrícula universitaria, el punto neurálgico fue la decisión que tomó el Rector Alfonso Esparza Ortiz de ampliar a dos los periodos de ingreso a la Institución, con la aprobación del Consejo Universitario.

Esta actualización de la normativa universitaria, a partir de las necesidades de los estudiantes, que permite el ingreso tanto en agosto como en enero, da cabida a más estudiantes. La BUAP, además, ha sido capaz de atender adecuadamente los cupos en todas las sedes universitarias con calidad y pertinencia, mediante la planeación estratégica.

Adicionalmente, la orientación de la oferta educativa de la BUAP, que se diseña en función de las capacidades regionales, ha dado lugar a la creación de campus temáticos, como el Complejo Universitario de la Salud, en el municipio de Teziutlán, la Unidad Regional San José Chiapa y el Centro Universitario de Ciencias Agropecuarias, en Tecamachalco, los cuales han abonado a favor de una mayor cobertura al interior del estado, con programas académicos pertinentes para cada región.

Lo anterior manifiesta que en la BUAP no sólo se ofertan planes académicos para la ampliación de la matrícula, sino que éstos deben cumplir con parámetros nacionales y globales de calidad, y están obligados a probar su pertinencia social.

En otras palabras, las políticas institucionales se orientan a asumir, de forma balanceada, el compromiso social de cobertura, sin descuidar las capacidades regionales de la Institución, ni la excelencia que deben cumplir los planes académicos con los que se pretende cubrir la demanda de educación pública superior en el estado.

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