Ecocampus BUAP, único en Latinoamérica para la materialización del nuevo modelo de educación

Rector

Proyecto integral que impulsará la investigación científica para la innovación con visibilidad internacional

BUAP. 27 de abril de 2017. Al poner en marcha el Ecocampus BUAP en Valsequillo, el Rector Alfonso Esparza Ortiz afirmó que éste es un espacio para tareas científicas multidisciplinarias de alto nivel, donde se impulsará un modelo de restauración ambiental para generar innovadoras dinámicas de desarrollo, con el uso de tecnologías limpias que permitan la continuidad de los procesos naturales del territorio.

Tras asentar que el nuevo campus marcará una pauta en la vida universitaria, al concurrir el avance de la investigación científica y tecnológica con la preservación del entorno para un desarrollo sustentable, subrayó que el trabajo multidisciplinario potenciará el impacto de los proyectos y alojará a grupos y líderes de investigación de alto nivel de todo el mundo.

Además, allí se impulsará un modelo de internacionalización basado en la identificación de grupos líderes que han superado los estándares nacionales, quienes se han comprometido a formar estudiantes de alto desempeño y desarrollar productos científicos de calidad.

El Rector Alfonso Esparza subrayó que estos esfuerzos están encaminados a impulsar un modelo de investigación con visibilidad internacional, sustentado en la productividad científica y la innovación. Para alcanzar estos estándares –dijo- se utilizará el Marco Europeo para la Planeación de la Carrera Científica, con el fin de lograr la competencia internacional que establece niveles y funciones, que van de R1 a R4. El nivel R4 corresponde a investigadores reconocidos internacionalmente en su campo y que generan conocimiento de frontera.

En la inauguración de la primera etapa del Ecocampus, acompañó al Rector de la BUAP la doctora Jocelyne Gacel-Ávila, coordinadora General del Observatorio IESALC-UNESCO sobre Internacionalización y Redes de la Educación Terciaria en América Latina y el Caribe, quien tras conocer sus instalaciones lo consideró un caso único en México y América Latina, en la materialización del nuevo modelo de educación: la investigación con grupos multidisciplinarios e internacionales sobre temas globales.

Asistieron, además, Alfredo G. Torres, profesor del Departamento de Microbiología e Inmunología y director de Diversidad del Profesorado de la Escuela de Medicina en The University of Texas Medical Branch; Jorge Sarracent Pérez, Investigador Principal del Instituto en Medicina Tropical “Pedro Kuri”, de la Habana, y profesor visitante en la Facultad de Ciencias Biológicas de la BUAP; así como Venkatesan Perumal, de la Universidad Bharathidasan de la India.

En el acto protocolario, donde se dieron cita también investigadores y directivos de la BUAP, Esparza Ortiz aseveró: “lograremos que la zona de conservación albergue un centro científico avanzado, con inmuebles amigables con el ambiente, que cuentan con cisternas de recolección de agua pluvial, biodigestores, sistemas de alarmas de intrusión, video-vigilancia y detección de humos”.

Precisó que los 36 laboratorios de este clúster de investigación disponen de sistema de voz y datos, infraestructura y equipos de punta, de acuerdo con los requerimientos y actividades que se realizarán en cada uno de ellos, con lo que se garantizan espacios científicos de vanguardia y seguridad para los investigadores.

Adicionalmente, las aulas cuentan con equipos de proyección y mobiliario para las actividades de enseñanza-aprendizaje, y para favorecer la presencia de destacados científicos mexicanos y extranjeros, las instalaciones incluyen un Claustro Exlibris, así como áreas de alojamiento, pensado para potenciar el trabajo científico a través del intercambio de ideas.

Al explicar la infraestructura del Ecocampus Valsequillo, el Rector de la BUAP expuso que los laboratorios de investigación, completamente equipados con estándares internacionales, facilitarán la vinculación y la colaboración de los científicos en diferentes áreas.

A la fecha –dijo- se han identificado en la Universidad 11 grupos de líderes con competencias de investigación R3, nivel en el que se encuentran investigadores consolidados que desarrollan estudios de manera independiente y demuestran competencias para la internacionalización de su trabajo, a través de comunicación científica de alto nivel.

Finalmente, concluyó: “Somos lo que la ciencia ha generado y aún tenemos mucho más por alcanzar. De ahí que sin un presupuesto suficiente que apoye las tareas científicas y tecnológicas, nuestro país está condenado a seguir siendo una nación maquiladora, en la que el talento de su gente sólo se ocupe de ensamblar productos cuyas patentes y licencias pertenecen al extranjero”.

Por ello, “la mejor apuesta que podemos hacer es por la ciencia y la tecnología. Es necesario impulsar una política de largo plazo que incremente de manera sustantiva los apoyos destinados a detectar, alentar y respaldar las vocaciones científicas, así como brindar apoyos a proyectos de frontera”.

Arquitectura que mira a la naturaleza, naturaleza que mira a la arquitectura

Con la capacidad de sus estudiantes e investigadores, el ECUV será un ejemplo de restauración ambiental y centro de alto rendimiento académico y científico, en la generación de innovadoras dinámicas de desarrollo regional.

Al abarcar el uno por ciento -108 hectáreas- del Parque Estatal “Humedal de Valsequillo”, que tiene condiciones ambientales que favorecen la innovación académica, el ECUV será una oportunidad para impulsar la producción científica, al tiempo de contribuir en la restauración ecológica del lugar.

El Ecocampus BUAP en Valsequillo, ubicado al sur del municipio de Puebla, en los alrededores de San Pedro Zacachimalpa y el parque Áfricam Safari, cuenta con una superficie de 108.32 hectáreas. La primera etapa de este proyecto sustentable se compone de cuatro edificios –cada uno de tres niveles- que en total suman 11 mil 377 metros cuadrados construidos.

El Edificio del Centro de Agroecología CENAGRO –el VAL 01- consta de seis laboratorios, oficinas, una sala de estudio y otra para maestros, seis aulas con capacidad para 50 alumnos, 25 cubículos, recepción, sanitarios, cuartos de servicio, almacenes, bodegas y elevador.

El Edificio de Laboratorios Multidisciplinarios IFUAP/ICUAP -VAL 02- se compone de 11 laboratorios que, a excepción de dos, cuentan con cubículo al interior y espacios complementarios. El Laboratorio de Semiconductores, uno de ellos, consta de cuatro áreas especializadas y cubículos. Además tiene dos aulas, sala de seminarios, áreas de esparcimiento, sala de maestros, terraza, dos casetas para Manifold y Chiller –para control de gases-, sanitarios, bodegas y elevador.

El tercero, el Edificio del Instituto de Ciencias -VAL 03- Físico-Química de Materiales alberga 14 laboratorios, área para maestros, cubículos, sala de estudios, taller mecánico, bodegas y cuartos de servicio. Cabe destacar la instalación en éste del Claustro Exlibris, un área de alojamiento que consta de cafetería y terraza para quienes se hospeden en una de sus ocho habitaciones dobles con servicios.

En el Claustro Exlibris se alojarán destacados estudiantes, científicos, docentes y personalidades del extranjero que por motivos profesionales necesiten residir en la ciudad de Puebla. De esta manera, se fortalecerá el intercambio académico y se abonará a la internacionalización de la investigación de la BUAP.

Finalmente, el Edificio de Energías Renovables CEEACC/ICUAP -VAL 4-, que como el resto posee tres niveles, tiene cinco laboratorios, un taller, área de exposición, mediateca y un centro de documentación, cubículos, sala de juntas, espacios de apoyo, sanitarios, bodegas, almacenes y un elevador.

Los cuatro incorporan el uso de energías limpias y su propuesta arquitectónica es acorde al medio que le rodea: arquitectura que mira a la naturaleza, naturaleza que mira a la arquitectura.

La segunda etapa –también recién inaugurada- se compone de un área de 29 mil 410.20 metros cuadrados: obra exterior integrada por plazas, andadores, rampas con concreto permeable, así como áreas de jardines y con tezontle; vialidades y estacionamientos con alumbrado a base de fotoceldas solares. También se realizaron instalaciones eléctricas de media tensión, ducterías, muros de contención, ocho biodigestores de ocho mil litros y caseta de vigilancia en el acceso.

En términos generales, el Ecocampus cuenta con sistemas de alarmas de intrusión, video-vigilancia y detección de humos en los edificios, además de voz y datos. Los edificios están equipados con la infraestructura necesaria para su funcionamiento.

Se consideraron acabados especiales y encapsulados de PVC en pisos y muros de algunos laboratorios y cuartos limpios, así como instalaciones especiales para aire comprimido, vacío y de gases, entre estos el nitrógeno, oxígeno, helio, hidrógeno, metano, aire cromatográfico, óxido de nitrógeno, óxido de azufre, argón, amoniaco, oxígeno y oxígeno de alta pureza, todos concentrados en casetas Manifold.

Además, se colocó extracción de aire y climatización de los espacios que así lo requerían con temperatura y humedad controlada, filtros de carbono activo para generar ambientes de alta pureza. Para equipos especiales fue necesario respaldar sus contactos a la planta de emergencia. Cada uno de los edificios tiene cisternas de captación de agua pluvial y mobiliario propio para las actividades de atención y enseñanza.

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