El creador del Programa Memoria del Mundo de la Unesco impartió conferencia en la BUAP

Cultura

En la Biblioteca Histórica “José María Lafragua”, Abdelaziz Abid habló sobre los programas de patrimonio de dicho organismo mundial

BUAP. 2 de junio de 2016.- México es uno de los países con más representación en los tres programas de patrimonio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), afirmó Abdelaziz Abid, creador del programa Memoria del Mundo de ese organismo internacional, durante una conferencia que impartió en la Biblioteca Histórica “José María Lafragua” de la BUAP.

El mariachi, el tequila, los voladores de Papantla y la gastronomía mexicana; sitios naturales, culturales y mixtos del país; así como materiales de gran valor documental al resguardo de México, constituyen una parte significativa de lo que el mundo reconoce como bienes de valor excepcional y de gran significación para la humanidad, refirió Abdelaziz Abid.

El investigador de origen árabe se ha destacado en la preservación y la apertura de lo que registra la memoria colectiva de los pueblos: su patrimonio documental, el cual, a su vez, representa buena parte de los bienes culturales del mundo. En ese sentido, creó el programa Memoria del Mundo de la Unesco, que aglutina diversos conocimientos y disciplinas. Es decir, reúne los criterios profesionales de archiveros, bibliotecarios, museólogos y otros especialistas.

Desde 2007, Abid está a cargo de la coordinación del Proyecto de la Biblioteca Digital Mundial (BDM), puesta en marcha por la Biblioteca del Congreso de Estado Unidos y la Unesco. La BDM alberga documentación cultural y archivos de todo el planeta con acceso libre y gratuito.

Ante académicos y estudiantes de la BUAP, el ex titular de la Secretaría General de la Biblioteca Nacional de Túnez y ex docente de la Escuela Nacional de Administración, en Francia, señaló que la tradición de reconocer el patrimonio de la humanidad, la cual es impulsada por gran parte de los países, nació en 1972, con la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural.

Desde esa fecha, continuó, la Unesco se ha encargado de seleccionar sitios para su promoción y revaloración, pero sobre todo para su resguardo, considerando criterios como el hecho de que las obras sean una muestra del genio humano, den cuenta del intercambio de valores y cultura, testifiquen una tradición o manifestación cultural, entre otros aspectos. Explicó que estos esfuerzos se ampliaron para reconocer también aquellos bienes intangibles, en 2003, y recientemente a los que poseen valor documental.

Sobre el Patrimonio Documental de la Humanidad destacó que en el mundo existe una elevadísima cantidad de textos y documentos; sin embargo, no todo es relevante, pues en el caso de los materiales digitales, cerca del 90 por ciento es basura. No obstante, “deben resguardarse los objetos muebles de valor documental excepcional, como los libros. Google estima que a lo largo de la historia de la humanidad se han escrito 130 millones de libros, de los cuales sólo se ha digitalizado el 10 por ciento”.

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